¿Dónde hallar una coartada
para este eclipse de musa,
de fusa, de semifusa,
de joie de vivre, de almohada?
El ictus, agua pasada,
me brindó perfecta excusa
para un mutis por el foro,
y, mi otro yo, como un loro,
vomita ante el calendario:
¿para cuándo el escenario?
El caso es que la escritura,
desván de la desventura,
me cura de algunas cosas:
candilejas caprichosas,
mariposas de Talía,
do re mi sol que solía
desbravar la mar bravía
y desfierar a las fieras.
Ojalá que las aceras
me hagan sitio todavía.
Porque nada me consuela,
porque todo me extravía,
porque duelen las duquelas
y llego tarde al tranvía,
porque quiero seguir siendo
sin saber cómo ni cuándo
y bendigo maldiciendo
y espero desesperando.
Mi venganza de don Mendo
será mintiendo y cantando.
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