En Línares, Baeza,toreaba con el bolso a los tranvías, llevaba medias negras,estaba como un tren de cercanías.
Me dijo: "¿tienes fuego?,tranqui, que me lo monto de legal, salí ayer del talego, qué guai si me invitaras a cenar".
Me echó un cable la lluvia,yo andaba con paraguas y ella no
-"¿a dónde vamos rubia?"
-"a donde tú me lleves"-contestó.
-"con un colchón nos basta, de estufa, corazón, te tengo a ti".
Recalenté una sopa con vino tinto, pan y salchichón; a la segunda copa, -"¿qué hacemos con la ropa?"- preguntó.
Y yo que nunca tuve más religión que un cuerpo de mujer, del cuello de una nube aquella madrugada me colgué (¡ay! cómo gocé). Estaba solo cuando al día siguiente el sol me desveló, me desperté abrazando la ausencia de su cuerpo en mi colchón.
Lo malo no es que huyera con mi cartera y con mi Gibson Les Paul, peor es que se fuera robándome además el corazón.
De noche piel de hada, a plena luz del día Cruella de Ville, maldita madrugada, y yo que me creía Steve McQueen.
Si en algún paso cebra la encuentras, dile que le he escrito un blues; llevaba medias negras, bufanda a cuadros, minifalda azul.
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