Ya hace algunos siglos que he empezado a sospechar que he caído sin quererlo en tu gravedad. Es como si andara siempre en espiral, cuando encuentro una salida, tú apareces. Nadie, nunca, nadie, nadie excepto tú .
Y ahora yo he de admitirlo, y ahora yo presiento que has vencido, no hay manera humana de escapar.
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