Hace poco una de mis mejores amigas me dijo algo de mi que no le gustaba, algo que yo considero propio, único, mío,una cualidad de mi personalidad que valoro y cuido y nunca había pensado perder. Si, es cierto, estoy siempre fantaseando con todo y me pierdo con Princesas y películas Disney con mis 20 años y ¿que? Por un momento mi inseguridad me hizo replantearme si quizás debería madurar y dejar “esas tonterías” aparte… Pues ayer mi madre que estaba leyendo un libro de Jorge Bucay me dijo -lee esto - y así lo hice, me gusto tanto que quiero ponerlo aquí para releerlo en todas esas ocasiones que me replantee cambiar porque a alguien no le guste como soy.
“Yo no puedo controlar la actitud de todos a mi alrededor, pero puedo controlar la mía. Puedo actuar libremente con lo que hago. Tendré que decidir qué hago. Con mis limitaciones, con mis miserias, con mis ignorancias, con todo lo que sé y aprendí, con todo eso, tendré que decidir cuál es la mejor manera de actuar. Y tendré que actuar de esa mejor manera.
Tendré que conocerme más para saber cuáles son mis recursos.Tendré que quererme tanto como para privilegiarme y saber que ésta es mi decisión.Y tendré, entonces, algo que viene con la autonomía y que es la otra cara de la libertad: el coraje. Tendré el coraje de actuar como mi conciencia me dicta y de pagar el precio.Tendré que ser libre aunque a vos no te guste.
Y si no vas a quererme, así, como soy;Y si te vas a ir de mi lado, así como soy;Y si en la noche más larga y más fría del invierno me vas a dejar solo y te vas a ir...Cerrá la puerta, ¿viste? porque entra viento.Cerrá la puerta. Si ésa es tu decisión, cerrá la puerta. No voy a pedirte que te quedes un minuto más de lo que quieras. Te digo: cerrá la puerta, porque yo me quedo y hace frío.
Y esta va a ser mi decisión.
Esto me transforma en una especie de ser inmanejable. Porque los autodependientes son inmanejables y sabemos que no hay nadie que los pueda manejar. Porque a un autodependiente lo manejás solamente si él quiere, con lo cual, no es manejable, no estás manejándolo; él está manejando la situación, él se está manejando a sí mismo. Si sos autodependiente, de verdad, si no vas a dejarte manejar ni siquiera un poquito, es probable que algunas de las personas que están a tu lado se vayan... Quizás alguno no quiera quedarse. Bueno, habrá que pagar ese precio también.Habrá que pagar el precio de soportar las partidas de algunos a mi alrededor.Y prepararse para festejar la llegada de otros.”
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