Dicen que después de la tormenta viene la calma... así que después de una buena caída y de despedazarte, a veces mucho, a veces menos, viene el momento de reconstruirte.

La Doctora y Psiquiatra Elisabeth Kübler Ross, fallecida en 2004, exponía en su libro "Lecciones de Vida" que si verdaderamente queremos crecer como personas y aprender, tenemos que darnos cuenta de que el universo nos ha matriculado en un curso de posgrado de la vida llamado pérdida. La vida es una pérdida constante: de seres queridos, de situaciones placenteras, de trabajos, de cosas, de confianzas, de amores...
Ante estas situaciones tienes dos opciones: tirarte a morir, sentir que no serás capaz de volver a levantar tus paredes y rendirte, o tomar las herramientas necesarias para volver a "arreglarte".
Creo que, sin duda, la segunda opción es la más acertada pues, aprovechando los desperfectos ocasionados puedes REINVENTARTE. Desármalo todo, aparta las capas para ver bien qué hay debajo y averigua qué es lo que no funciona, qué falla.

Sé meticuloso y, sobre todo, no tengas prisa.
Analizar cualquier punto es fundamental, analiza bien cómo eres y cómo "quieres" ser. Enfréntate a tus miedos, míralos a los ojos sin temor pues en ellos hay mucho que puedes aprender de ti mismo.

Cuando lo tengas todo claro, al menos un poco, ves recogiendo tus pedazos y reconstrúyete. Invéntate una nueva versión de ti mismo, hay tantas formas y cosas que puedes hacer ahora!